Más de 500 personas despidieron los restos del sacerdote Alejandro Corcuera Martínez, quien dejó su huella en Paillaco y Reumén, en particular en el sector educacional mediante la fundación de una escuela y otros adelantos que favorecieron a la localidad.
La misa de responso se realizó al aire libre,frente a la iglesia y estuvo presidida por una delegación de sacerdotes, diáconos, encabezados por el padre Luis Gallardo de Paillaco.
El vicario general de la Diócesis de Valdivia, padre Nelson Huaiquimil,.se excusó de asistir por un accidente doméstico que le impidió trasladarse a Reumén.
Pero llegaron vecinos de varios sectores de Paillaco, ex alumnos, matrimonios y personas que recibieron los sacramentos (o consejo u orientación) de parte del padre que llegó en 1958 a Chile, procedente de Logroño, España.
Intervinieron en la ceremonia la alcaldesa Ramona Reyes, quien recordó que el 2010 el padre Corcuera fue declarado Hijo Ilustre de Paillaco, por su gran apoyo al desarrollo cristiano, educacional y rural de la comuna.
También se dirigió a los presentes el director de la Escuela San Luis, José Handschuh, para entregar una detallada cronología de sus obras y la vída del sacerdote diocesano que fundó el establecimiento.
Niños del plantel despidieron con pañuelos a quien también fuera maestro de numerosas generaciones.
Lo mismo hicieron estudiantes del Colegio Country School que saludaron el cortejo a la pasada.
En en camposanto reumenino hablaron, entre otros, los vecinos Gonzalo Galilea y Hugo Gómez.
La bendición de despedida estuvo a cargo del padre Ivo Brasseur, quien quiso representar a los sacerdotes que, al igual que el padre Corcuera, llegaron desde otros países para hacer de Chile su tierra de adopción.
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