Convocan a asamblea ciudadana en los Lagos en defensa del río San Pedro

Diversas organizaciones territoriales y ambientales se organizan por el posible reingreso del proyecto Central San Pedro al SEA y la evaluación de la Piscicultura de Antilhue.

Alerta en diferentes organizaciones sociales ha causado el posible reingreso de las adecuaciones a la Central Hidroeléctrica San Pedro al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA), y el proyecto Piscicultura Antilhue, último que se encuentra actualmente en evaluación ambiental.

En el Auditorio Municipal de Los Lagos el sábado 7 de abril a partir de las 17 horas está fijado el encuentro territorial, en el cual se espera contar con participantes de diversas localidades a nivel comunal, entre las que se cuentan Riñihue, Flor del Lago, Piedras Moras, Antilhue, Puñaco, Las Vertientes, además de Valdivia y Panguipulli a nivel regional. La organización que convoca en conjunto con unidades vecinales es el Consejo de Defensa Territorial de la comuna de Los Lagos.     

La instancia surge como una necesidad de discutir las problemáticas ambientales que afectan la cuenca del río Valdivia por proyectos de inversión con impacto ambiental, como es el caso de la Piscicultura Antilhue propiedad de Gustavo Burgemeister, que se encuentra en evaluación ambiental desde octubre de 2017; y la Central Hidroeléctrica San Pedro de COLBÚN, del grupo Matte.

El vocero del Consejo de Los Lagos, Carlos Rozas, expresó en relación a la reunión programada, “Nos parece de suma importancia que nos informemos y dialoguemos sobre un programa de trabajo para oponernos a esta iniciativa empresarial que sólo va a beneficiar a unos pocos, pero, cuyas consecuencias pueden ser una catástrofe para todos quienes habitamos el territorio”.

La central hidroeléctrica San Pedro cuenta con un extenso historial ambiental producto de la no factibilidad del proyecto, lo que quedó demostrado al momento del desarrollo de las obras al no encontrarse roca madre para sostener la infraestructura. Elemento que movilizó a la ciudadanía por la magnitud del impacto ambiental, social y el riesgo al que fue expuesta la población al aprobarse un proyecto inviable el 2008 y seguidamente, la primera adecuación el 2009, por la COREMA de Los Ríos.  

Sumado a lo anterior, el 2015 fueron ingresadas al Servicio de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) nuevas adecuaciones y retiradas anticipadamente, al no poder responder el titular las 250 observaciones sobre elementos técnicos geológicos que se le solicitaron aclarar, entre otros.

Este nuevo intento de la empresa por validar su iniciativa el 2018, anunciado en marzo por Leonardo Díaz, gerente del proyecto, consiste en documentos que irían a complementar el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) inicial y no a realizar uno nuevo, como se le exigió en su oportunidad por la ciudadanía, organizaciones ambientales y por recomendaciones de expertos de la Universidad Austral de Chile (UACh).