“Gracias a los reflejos del conductor todos seguimos con vida”, con estas palabras Maritza Naipan Alvarado de 49 años relató a Diario Laguino el instante del grave accidente sufrido la mañana del pasado día 31 de diciembre de 2019, cuando el bus en el que viajaba camino a Panguipulli, colisionó violentamente con un tractor.
El testimonio da cuenta de las lamentables secuelas que sufrió Maritza y también de las consecuencias que tuvo este episodio protagonizado por el inesperado viraje de un tractor para tomar la ruta T-55 hacia el sector Quilmes, que terminó con él minibús de la empresa Peque-Pangui (que transitaba por la ruta T-39) con serios daños estructurales y 10 pasajeros atrapados, quienes debieron ser rescatados por personal de emergencia y trasladados por el Samu hasta el hospital de Los Lagos.
Maritza, quien viajaba a Puerto Fuy a pasar el Año Nuevo, fue una de las pasajeras que resultó con lesiones graves, ya que además de perder la visión de su ojo izquierdo, sufrió fracturas también en su brazo izquierdo y hasta el cierre de esta edición se mantenía internada en el Hospital Regional de Valdivia a la espera de ser dada de alta.
Más tranquila, dijo que “gracias a los reflejos del conductor, todos los pasajeros seguimos con vida y, dentro de todo, me siento bien, tranquila, con buen ánimo y con ganas de seguir viviendo y aprender mucho de esta horrible experiencia”, dijo.
Del resto de la tripulación del bus se contabilizaron 10 pasajeros, ocho con lesiones leves, dos de ellos con lesiones graves, además de dos menores de edad involucrados.
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