Un artículo científico interacadémico liderado por docentes de las carreras de Fonoaudiología de la Universidad de Chile y de la Pontificia Universidad Católica concluyó que la “memoria de trabajo” es la habilidad cognitiva más importante para predecir la severidad en las dificultades de producción de habla. El trabajo será próximamente publicado en una revista internacional de alto impacto sobre problemas en la comunicación (Journal of Communication Disorders).
El estudio incluyó a niños de entre 5 y 6 años, asistentes a escuela de lenguaje, cuyo 80.5% del total de la muestra correspondió a hombres y 19.5% a mujeres, todos diagnosticados con Trastorno de los Sonidos de Habla (TSH).
Para los autores del estudio, Felipe Torres (líder del proyecto) y Eduardo Fuentes, docentes de las carreras de Fonoaudiología de la Universidad de Chile y de la Pontificia Universidad Católica, respectivamente; la memoria de trabajo es una habilidad cognitiva que permite manipular la información de forma simultánea y en vivo al conversar, escribir, leer y realizar la mayoría de actividades escolares. Esta habilidad se puede medir más confiablemente a partir de los 5 años, ya que antes es posible que interfieran otras variables como el nivel de atención, lo que podría confundir las interpretaciones.
El estudio se inspiró en la experiencia de países como Australia, Canadá y Estados Unidos, que cuentan con un gran número de publicaciones sobre los factores relacionados a los Trastornos de los Sonidos del Habla (TSH). Sin embargo, en esos países y en Latinoamérica, las investigaciones habían incluido variables por separado, a diferencia de este estudio en que se consideraron simultáneamente variables cognitivas y lingüísticas.
Si bien no existen estudios de incidencia ni prevalencia de TSH en Chile, se estima que las cifras se acercan a la tendencia mundial que señalan que uno de los trastornos del lenguaje más prevalentes en niños justamente los Trastornos de los Sonidos de Habla (TSH). Estos últimos se presentan con una prevalencia cercana al 4% en población pre-escolar.
Los estudios muestran que el peak de la prevalencia del TSH es a los 5 años, para luego disminuir con la edad. Con respecto al género, se ha evidenciado que, por cada 3 hombres, una mujer presenta esta dificultad.
Según Felipe Torres, “durante los últimos años se ha revalorado el estudio de los Trastornos del Sonido de Habla (TSH) por tres motivos importantes: es uno de los trastornos del lenguaje más prevalentes en niños, dado que su principal característica es la dificultad de producción de habla, se afecta de manera importante la comunicación con sus pares, y se ha asociado con dificultades en aprendizaje escolar”.
La investigación interacadémica planteó los objetivos de determinar cuál de los factores, percepción auditiva, conciencia fonológica, movimientos orales no verbales, ó memoria de trabajo, explican mejor la severidad de los problemas de producción de habla en niños con TSH. Asimismo, tuvo como propósito determinar si la severidad de los problemas de producción de habla puede ser explicada por la interacción de estas variables.
Entre los hallazgos del estudio se concluyó que: los desempeños en conciencia fonológica (capacidad de manipular sílabas y sonidos en las palabras) y la memoria de trabajo están asociadas con la severidad de los problemas de producción del habla en niños con TSH; la severidad de los problemas de producción del habla se explica principalmente por la memoria de trabajo; y que en instancias en las que la memoria de trabajo interactúa con la conciencia fonológica, su efecto se potencia para explicar la severidad de los problemas de producción de habla.
Para Eduardo Fuentes, co-autor del estudio, docente de la carrera de Fonoaudiología UC, del Departamento de Ciencias de la Salud de la Facultad de Medicina, “esperamos que con estos nuevos hallazgos nuestros programas de intervención fonoaudiológica no solo se enfoquen en la capacidad de manipular sílabas y sonidos en las palabras (conciencia fonológica), sino también en la memoria de trabajo. El análisis de datos mostró que los niños que tienen un bajo desempeño en la conciencia fonológica, así como en la memoria de trabajo, muestran un aumento desproporcionado en la severidad de los problemas de producción del habla. Sería este grupo con mayor riesgo sobre el cual habría que enfocar las terapias”.
Fuentes también destacó que este mayor riesgo para presentar un problema de producción de habla más severo ocurre en una etapa crítica como es la pre-escolar, por lo que el estudio motivaría el reorientar la intervención terapéutica. “Actualmente en Chile, si bien no existen guías clínicas sobre qué aspectos incluir en la terapia, existe un cierto énfasis en considerar preponderántemente a la conciencia fonológica en la evaluación y tratamiento de los trastornos. No se incluye explícitamente la memoria de trabajo”, aclaró el docente UC.
Ambos autores valoraron el trabajo colaborativo interacadémico realizado durante dos años y su impacto en la comunidad científica internacional, conjugando conocimientos teóricos, experiencia clínica e investigativa, contribuyendo así al desarrollo de recomendaciones y protocolos más asertivos para abordar los trastornos del lenguaje y de sonidos del habla en etapas tempranas.
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