La Corte de Apelaciones de Valdivia abrirá sus puertas por sexta vez -luego de una pausa de tres años producto de la pandemia- este domingo 28 de mayo, entre las 10:00 y 14:00 horas, en el marco de una nueva conmemoración del Día de los Patrimonios.
Esta fecha permite a la ciudadanía conocer y disfrutar de la historia arquitectónica, cultural, social y natural del país.
El presidente de la Corte de Apelaciones de Valdivia, ministro Rodrigo Carvajal Schnettler, señaló que “en el contexto de una ciudad muy rica en hitos de interés patrimonial, queremos invitar a toda la comunidad valdiviana y de la Región de Los Ríos a conocer el tribunal de alzada".
"Podrán interiorizarse del pequeño museo judicial implementado con artefactos y documentos de tribunales, que datan algunos, de principios del siglo pasado, la biblioteca especializada en derecho, connotada a nivel nacional y a apreciar el mobiliario de otras épocas”, añadió.
Durante el recorrido, los asistentes podrán visitar el Museo Judicial, la biblioteca especializada de la Corte de Apelaciones, que cuenta con más de 3 mil títulos del área legal, cuyos primeros ejemplares datan del siglo XVIII; además de recorrer las distintas dependencias del inmueble: la sala de pleno, salas de audiencia, presidencia, secretaría y unidad de causas.
El origen de la Corte de Apelaciones de Valdivia se remonta a 1891, durante el gobierno del presidente José Manuel Balmaceda, momento en que el parlamento aprueba su creación, iniciativa que finalmente se materializa el 15 de junio de 1906, convirtiéndola en la séptima corte de apelaciones más antigua del país.
Su creación, tuvo como propósito atender las necesidades y brindar un buen servicio a las provincias australes del territorio nacional, descomprimir la carga laboral de la Corte de Apelaciones de Concepción, promover el desarrollo de la zona y descentralizar el país.
En sus inicios, la jurisdicción del tribunal de alzada valdiviano abarcaba desde Cautín al sur del país, incluido Magallanes y Tierra del Fuego, por lo cual los expedientes judiciales se trasladaban en barcos a vapor desde lejanos lugares del territorio nacional.
La llegada de un expediente desde el tribunal más apartado del país podía demorar días, incluso semanas, ya que al traslado de las causas por vía marítima, se debían sumar los tiempos de traslados por tierra, desde el tribunal hacia el puerto, el cual presumiblemente se realizaba por medio de carros de tiro animal (caballos o bueyes), propios de la época de colonización, puesto que recién en 1914 comenzaron a verse vehículos motorizados de manera regular por las calles de Magallanes.
Por casi medio siglo, la Corte de Apelaciones de Valdivia fue la más austral de Chile, hasta 1960, fecha en la que se crea la Corte de Apelaciones de Punta Arenas.
Actualmente la jurisdicción del tribunal de alzada valdiviano es mucho más acotada, abarcando la Región de Los Ríos y la Provincia de Osorno, lo que la convierte en la única corte que tiene competencia en dos regiones.
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