El “lobito” de Piñera, la foto que dio la vuelta al mundo desde Valdivia

Conoce la historia de la famosa fotografía del ex mandatario que captó el reportero gráfico Miguel Bustos en el Muelle Schuster.

La reciente muerte y funeral de Sebastián Piñera impactó a la opinión pública en especial a la de la Región de Los Ríos, por las circunstancias de su deceso con el accidente en helicóptero del ex Presidente de Chile en las aguas del lago Ranco.

Piñera era un político totalmente atípico y en 2005 vivió tal vez una de sus denominadas “piñericosas” más famosas en Valdivia, cuando un lobo marino del Muelle Fluvial estuvo a centímetros de morderlo. Una fotografía captó ese momento y dio la vuelta a todo Chile y el mundo y el ojo que captó la acción fue el del gráfico Miguel Ángel Bustos.

El 2005 era año de elecciones presidenciales y Piñera era uno de los candidatos de la derecha, el otro era Joaquín Lavín, mientras que la candidata del oficialismo era Michelle Bachelet, por lo mismo todos viajaban a lo largo del país para captar simpatías y de paso votos.

Miguel Bustos recordó a Diario de Valdivia que ese año era reportero gráfico de El Diario Austral de Los Ríos. Sebastián Piñera había acudido al medio de prensa para sostener una entrevista con su directora Verónica Moreno.

“Yo iba llegando al diario y vi a Piñera saliendo. La directora me dijo síguelo y sácale algunas fotografías. Iba acompañado por Andrés Allamand y el diputado (Roberto) Delmastro. Lo seguí como una pauta más de las que hacía, no lo perdí de vista en ningún momento porque iba a dar un punto de prensa a un extremo de la Feria Fluvial”, partió Bustos al revisar sus recuerdos.

“Se acercó a una carpa del muelle y estaba un lobo marino comiendo. Él se salió del protocolo, como siempre lo hacía, y preguntó ¿y este cómo se llama? La dueña del primer local le dijo que tuviera cuidado. Él se acercó demasiado y el lobo, que estaba comiendo, lo espantó. No fue que lo haya querido morder”, añadió.

Fueron apenas unos segundos donde Bustos, con su cámara Canon profesional, disparó una secuencia de fotos, una donde Piñera se acerca a la barrera del muelle, otra incluso posando sonriente con el animal y otra echándose para atrás para evitar la embestida del malhumorado mamífero acuático. Esa última foto fue el acierto que dio la vuelta al mundo y de paso consagró a Bustos como profesional de la lente.

“Con esa foto me hice conocido a nivel nacional y me dio la posibilidad de independizarme y trabajar para agencias”, añadió.

Bustos dijo que el propio Piñera lo alabó por el acierto y le pidió la copia. Después se enteró que el político hizo una fotografía grande con la imagen y que la tenía en un lugar destacado de su oficina en Santiago.

“Creo que sin querer le ayudé porque hizo campaña con esa foto… Después surgieron una serie de memes chistosos”, indicó.

Cercano con la prensa

No fue la única vez que Bustos compartió junto a Sebastián Piñera. Como reportero gráfico le tocó varias veces cubrir sus idas y venidas a su casa de Coique en el lago Ranco. “Cuando me veía me saludaba con afecto y recordada la foto del lobo”, dijo.

Miguel Bustos dijo que lamenta la trágica muerte del ex Presidente de Chile y que lo recordará como alguien amable y cercano con la prensa, sobre todo en sus días de verano en Coique. “Estuve en su casa varias veces y conocí a la señora Cecilia Morel. Ella es un amor, muy amable”, expresó.

El reportero gráfico dijo que era muy normal para la gente que habita la cuenca del Ranco ver a Piñera en su helicóptero y que usaba ese medio de transporte para visitar a sus amigos que vivían junto al lago.

Añadió que Sebastián Piñera estaba consciente que la prensa se apostaba horas que se hacían tediosas en las afueras de su casa en Coique y que ciertos días organizaba partidos de futbolito de los reporteros y camarógrafos contra la gente de su staff de seguridad, partidos donde él también participaba.

“Él siempre se portó bien con la prensa, hacía muy agradable estar con él. Igual era otra prensa, distinta a la de ahora que es de redes sociales. Recuerdo que un día salió con su hijo y nos invitó a la caballeriza, sacaba sus caballos, paseaba con su hijo y nos dejaba sacar todas las imágenes que quisiéramos. Le daba cuña a todos”, agregó.

Bustos recordó que a veces organizaba asados para la gente de la prensa. “A él le gustaban las cámaras, se manejaba bien y por eso mismo pasaban muchas “piñericosas”. Yo lo voy a recordar con mucho cariño”, cerró el destacado reportero gráfico valdiviano.