Momentos de intensidad y emotividad vivieron las personas que participaron en el encuentro religioso en el Parque Saval de Valdivia que contó con la presencia de Leda Bergonzi, conocida como la “sanadora de Rosario”, ocasión en la que hubo "muchos exorcismos”, de acuerdo a lo que reconoció el vocero del comité organizador del evento, Cristian Becerra.
La laica católica argentina tuvo una jornada extenuante en Valdivia, pues inició a las 7 de la mañana con oraciones de preparación, siguió con la primera misa e imposición de manos desde las 10 horas de este domingo 10 y sin parar hasta cerca de las cero.
Vistiendo una sencilla camisa celeste, jeans, zapatillas y con el pelo tomado con un moño, la “sanadora de Rosario” fue recibiendo uno por uno a las casi 4.000 personas que llegaron al Parque Saval, varios de ellos en silla de ruedas o con muletas para imponerles las manos y, a través de ellas, recibir la sanidad de Dios. Todo esto con algunas pausas para comer y descansar.
Llamó la atención las miles de personas que apenas al ser tocadas por la mano de Leda Bergonzi, gesto que hacía en profunda oración, provocaba desmayos o reacciones que terminaban en llantos descontrolados.
Diario de Valdivia consultó a ayudantes de la organización sobre este fenómeno y respondieron que se llama “descanso en el espíritu”, una pérdida pasajera del equilibrio corporal, deslizándose suavemente hacia el suelo, con una cesación pasajera del movimiento corporal y local.
Varias personas, incluidos sacerdotes, vivieron esta experiencia de descanso y relajación, un don muy particular que conocen especialmente los miembros del grupo de Renovación Carismática.
Leda Bergonzi, de unos 1.60 metros de estatura, provocó este fenómeno en mujeres y hombres más altos y corpulentos que ella, algo que sólo se interpretó como un regalo de Dios.
La sanadora en todo momento fue asistida por otros laicos que protegían a las personas que recibían la bendición, ubicándose detrás de la persona tocada para que al caer fuera recibida por ellos y depositada suavemente en el suelo
Otro momento extraño que Diario de Valdivia comprobó era la rápida reacción de ayudantes de Leda Bergonzi que llevaban una gran sábana para tapar las reacciones de una persona alcanzada por la mano de la sanadora, de tal manera que la mayoría de la gente no veía que estaba pasando.
Consultado sobre este gesto al equipo de ayudantes, explicaron esto se hacía cuando Leda bendecía a una persona que, en apariencia se veía normal, pero al ser tocada presentaba muecas y espasmos que, según explicaban evidenciaban la posesión de un espíritu.
Testimonios de los colaboradores de Bergonzi expresaron que estas personas caían al suelo, gritaban y hasta vomitaban, sólo que no se veían por la sabana puesta y por el ruido constante de los cantos del coro.
Cuando ocurría dichos casos, Leda Bergonzi dejaba que entrara en acción el sacerdote Raimundo Mena, párroco de San José de la Mariquina y el único exorcista que existe en la Región de Los Ríos, quien de inmediato procedía a hacer oraciones y reconfortar espiritualmente a quien padecía estas reacciones.
Según Cristian Becerra, miembro del equipo organizador, hubo muchos exorcismos al interior del galpón del Parque Saval que tenía un pequeño altar que contenía el Santísimo Sacramento, la hostia consagrada que representa la presencia de Jesucristo vivo.
Leda Bergonzi dejará este lunes 11 Valdivia para dirigirse a Puerto Montt y presentarse en el Arena para los encuentros sanadores que se celebrarán el jueves 14 de marzo en la capital de la Región de Los Lagos.
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