La idea de progreso en el sentido de un bienestar equitativo, ha sido siempre esquivo en nuestra historia nacional, marcada por diversos periodos de: paz y riqueza, para luego esfumarse en catástrofes y recesiones y que hoy, hemos sido testigos y protagonistas, azotados por esta pandemia, que sus efectos en lo económico, social y medio ambiental nos ha desnudado como país: en una simple analogía de la pérdida, pero también de la revelación: de nuestros mejores secretos, nacionales y regionales.
Para salir fortalecidos hoy, es necesario enfrentar la incertidumbre y el miedo, e intentar con gradualidad y realismo, el crecimiento económico y el desarrollo sostenible, prestando urgente atención a las realidades sociales impostergables, tanto a nivel regional y nacional, insertas en una sociedad global.
Los Ríos, es una región de avanzada, desde que tenemos memoria. Los datos objetivos muestran su empuje, resiliencia y disciplina a nivel nacional y mundial, que ha sabido levantarse del terremoto más grande de la historia, el maremoto y el Riñihuazo, ocurrido hace 60 años que en estos días se ha conmemorado, en un: “Pacto ciudades, con buena memoria” y es de las primeras, en salir del confinamiento a nivel nacional de esta pandemia.
Sin dudas, se ha puesto en valor lo que ocurrió con una épica regional y el esfuerzo de toda la comunidad, que hoy interpela al diálogo, al desarrollo regional de la mano con los desafíos nacionales, entre ellos: la reactivación económica y empleo, junto al desarrollo científico, medio ambiental, territorial y productivo, cuya clave es dar vitalidad a la cooperación internacional y en áreas como el transporte público: Aéreo, fluvial y terrestre, junto a la conectividad y el sentido exportador: Mirar desde la región, al mundo.
Estos avances significativos, invitan a fortalecer la integración regional y poner en ejecución los acuerdos de asociación, que suscribimos: en materia de Comercio e Inversión, Ciencia y Tecnología con la Unión Europea, y en políticas públicas regionales y nacionales exitosas, como es el caso de la red de embarcaderos públicos que ha impulsado el gobierno regional, que debe ir de la mano y en armonía, de un desafío mayor de: acceso a la conectividad y superar brechas en el transporte fluvial, para las exportaciones regionales, con los demás países.
Es importante mirar con atención, las inversiones latinoamericanas con Europa y las alianzas de colaboración público privada, en la construcción de infraestructura portuaria.
Lo anterior significa, que este desconfinamiento post pandemia, debe ser una invitación a repensar estratégicamente, como revitalizar acciones de colaboración internacional, con nuestros vecinos en la zona de Neuquén y el corredor Junín de Los Andes, que permite la exportación de productos hacia el Asia-Pacífico y hemisferio norte.
Así como la pandemia, nos cambió de un día para otro y nos lanzó a la empatía y al mundo virtual, hoy debemos aprovechar las destrezas bien ganadas, de la región de Los Ríos, para la revitalización nacional, convivir con responsabilidad y ser audaces en la construcción de alianzas estratégicas de cooperación internacional, que contribuyan a la matriz: científica, productiva y empresarial, del país.
Nuestra fundación, es una invitación a levantar la mirada, para hacernos cargo de nuestra historia regional, siempre pionera y abrir las ventanas a los desafíos Nacionales e Internacionales, que den fuerza al resto del país en el desarrollo de sus políticas públicas, con integralidad y gradualidad:”Pensamiento global, acción regional y local”
Marta Canto Castro. Presidenta.
Jorge Tuñon Subercaseaux. Vicepresidente
Eduardo Schild Bentjerodt.
Eduardo Aninat Ureta
Juan Pablo Glasinovic Vernon.
Ulises Bertoglio Cruzat.
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