Innovación tecnológica: la oportunidad para la reactivación económica de Chile

Son muchos los campos que se verán beneficiados por la evolución tecnológica, que espera dar un importante salto este 2022, sobre todo gracias al 5G

Las herramientas que ha proporcionado la tecnología a nivel productivo han generado avances que son difíciles de cuantificar en conjunto. A veces es más sencillo centrarse en algún punto concreto para poder dilucidar su impacto: sin ir más lejos, se calcula que con el despliegue de la nueva red 5G, ya iniciado y que va a intentar conseguir cubrir la mayor parte del territorio en los próximos dos años, se generará un impacto económico de de más de 200 mil millones de dólares en Chile de cara al 2035, además de generar 68 mil nuevos puestos de trabajo. Todo ello tendrá como consecuencia convertirse en el país a la vanguardia de Latinoamérica en lo que se refiere a comunicaciones y conectividad.

Este avance, junto con otros, va a ser clave en diversos aspectos; por ejemplo, de cara a optimizar la producción en las industrias, pero también para la esperada digitalización de las empresas, el mejor contacto con las zonas menos pobladas y, por tanto, los beneficios en el mundo de la agricultura y la ganadería, o la agilización de la administración pública o de las relaciones con las entidades financieras. Por otra parte, estos avances sientan las bases que pueden estimular un uso más generalizado de herramientas como la inteligencia artificial o el Big Data, sin olvidar las mejoras en el contexto “Cloud”, vitales para acceder de forma rápida a la información almacenada sin necesidad de una gran infraestructura.

Los celulares y otros dispositivos móviles van a tener novedades por partida triple: de un lado, la lógica y progresiva evolución de los procesadores, con cada vez mayor capacidad para manejar datos; por otro, la implantación progresiva del 5G, la nueva red que augura una mayor velocidad y menos latencia, además de la posibilidad de conectar un mayor número de dispositivos; y por último, un incremento de las herramientas de seguridad y un mayor control de la privacidad. La suma de estos factores tendrá repercusión en varios apartados, como el mundo industrial, la administración pública o el ocio.

Los avances para la ciudadanía

En el caso de este último, el ocio digital no solo estará más a mano, sino que la capacidad para manejar más datos permitirá una mayor oferta y calidad de los contenidos. Además de plataformas audiovisuales como Netflix que ofrecen las últimas series y películas, también el terreno de los juegos y otros entretenimientos ofrecerá mayores posibilidades, y la menor latencia y una mayor cobertura conllevarán ventajas a la hora de conectarse para, por poner algunos ejemplos, hacer transacciones con amigos o compartir archivos en los grupos de mensajería. De la misma forma, se podrán realizar pronósticos en portales de apuestas deportivas desde cualquier lugar, que hoy día ya no se limitan solamente a los partidos de disciplinas tradicionales como el fútbol, el básquetbol y el tenis, sino que incluyen en portales como Betano también el ajedrez, el snooker e incluso los deportes electrónicos. El hecho de poder dotar a más dispositivos de conexión también es un elemento interesante para algunos aparatos modernos, como los drones. Y estas son solo algunas de las posibilidades.

El impacto para los ciudadanos será diverso y cubrirá distintas áreas. Una de ellas será la salud, ya que la nueva conectividad puede brindar posibilidades como permitir intervenciones quirúrgicas a distancia, de la misma manera que las impresoras 3D ya desarrollan prótesis, como ocurre en Chile, lo que facilita ahorrar costos y tiempo. Si se observan en su conjunto, las aportaciones de la tecnología pueden hacer ganar competitividad a las empresas para conseguir más peso a nivel internacional, de la misma forma que benefician a los ciudadanos en su aspecto más cotidiano.