Limpieza facial: Cómo escoger el producto ideal para ti

Para el cuidado de la piel, existen en la actualidad numerosos productos con una gran cantidad de beneficios en todo tipo de formatos… Se han popularizado además (gracias a las redes sociales) largas rutinas de cuidado que incluyen toda clase de ingredientes activos para ayudar a tu cutis.

Para el cuidado de la piel, existen en la actualidad numerosos productos con una gran cantidad de beneficios en todo tipo de formatos… Se han popularizado además (gracias a las redes sociales) largas rutinas de cuidado que incluyen toda clase de ingredientes activos para ayudar a tu cutis.

Sin embargo, hay un paso imprescindible y no negociable para mantener una piel sana: lavarse la cara. La limpieza facial es la base de cualquier buena rutina de skincare, ya que es la encargada de remover de tu piel todo tipo de impurezas y dejarla preparada y lista para recibir adecuadamente los productos que aplicarás a continuación.

Así como no hay dos pieles iguales, tampoco le sirven los mismos productos a todas las personas. Es fundamental conocer tu tipo específico de piel al momento de buscar productos para este primer paso, ello te permitirá elegir la fórmula perfecta que le aporte a tu piel los ingredientes que necesita al mismo tiempo que se logra una limpieza facial profunda.

Es importante señalar que las necesidades de tu piel pueden cambiar según la estación del año, factores hormonales, factores ambientales y mucho más. Es posible que necesites cambiar de limpiador con el tiempo o en ciertas épocas de tu vida. ¡Esto es normal!

Limpiadores según el tipo de piel

Al elegir un limpiador facial, las cantidad de opciones disponibles en el mercado pueden abrumarte fácilmente, sin embargo, conocer tu tipo de piel hará la búsqueda más fácil. La limpieza es más que simplemente eliminar la suciedad y exceso de grasa, y este importante paso del cuidado de la piel te ayudará abordar las necesidades únicas de tu piel.

Los cinco tipos principales de piel son: piel grasa, seca, mixta, sensible y normal o neutra, y existen varias opciones de limpiadores faciales para cada uno. ¡Hablemos de las opciones disponibles!

Para piel grasa

La piel grasa es aquella que produce demasiado sebo, por lo que es probable que experimente poros dilatados, puntos negros, granitos y brillos. Para la piel con estas características, es preferible decantarse por un gel de limpieza facial u otros formatos como los limpiadores espumosos, que no resulten pesados para el rostro, a la vez que desincrustan el sebo de los poros, generando una limpieza facial profunda.

¡Importante! Un limpiador para piel grasa no debe resecar, lo mejor es usar limpiadores suaves con ingredientes efectivos que eliminen la grasa sin dañar la barrera natural de la piel.

En cuanto a los ingredientes, es buena idea incluir principios activos como el ácido salicílico, ácido láctico, niacinamida e incluso otros ingredientes como derivados del té verde.  También se pueden incorporar a la rutina exfoliantes físicos suaves, ya que ayudan con la renovación celular y permiten que los poros permanezcan más limpios. Eso sí, se deben usar máximo una vez a la semana para no irritar la piel.

Para piel seca

La piel se considera seca cuando carece de agua y aceites naturales, presentando una textura áspera, líneas y arrugas visibles, opacidad y pérdida de elasticidad, así como una sensación tirante e incómoda. Para cuidarla y aportar hidratación, se recomiendan limpiadores con fórmulas cremosas y sin ácidos exfoliantes.

¿Ingredientes que debes buscar? El ácido hialurónico, la glicerina u otros ingredientes naturales como el extracto de arándano serán los mejores amigos de tu piel seca.

Para piel mixta

Este tipo de piel presenta zonas de oleosidad y granitos en la nariz, el mentón y la frente, y zonas secas en el resto de la cara.

Al ser la piel mixta tanto seca como grasa, se puede ver beneficiada de varios tipos de productos. En ese caso, lo mejor será ir probando productos para detectar las necesidades más importantes de tu piel. Por ejemplo, si tu piel se siente tensa después de usar un gel o espuma limpiadora, lo mejor será cambiar a un limpiador cremoso, y si tu principal preocupación son los granos, opta por limpiadores con formulaciones anti-sebo, que a la vez sean gentiles con la piel.

Para piel sensible

La piel sensible requiere de limpiadores extra suaves que no alteren el pH natural de la piel ni le aporten resequedad, por lo que pueden funcionar bien los limpiadores cremosos orientados para pieles secas.

Otra excelente opción para pieles sensibles es el agua micelar, porque limpia sin necesidad de agua. En cuanto a ingredientes, siempre será buena idea el ácido hialurónico, las ceramidas y los aceites vegetales, así como otros ingredientes calmantes y antiinflamatorios como los derivados de la manzanilla o de la centella asiática.

Para piel normal

Este tipo de piel no experimenta exceso de sequedad o oleosidad, y generalmente está libre de poros visibles, acné y sensibilidad. Gracias a sus características neutras… ¡Son muchos los limpiadores que le funcionan! Un gel de limpieza facial, en formato espumoso o cremoso pueden serle muy beneficioso, aquí dependerá de las preferencias en cuanto a textura que tengas y los efectos añadidos que quieras ver reflejados en tu piel, ejemplo: niacinamida para la prevención de brotes, ácido hialurónico para hidratación extra o limpiadores con vitamina C para un efecto antioxidante.

La limpieza es el primer paso de cualquier rutina de cuidado de la piel y, aunque puede parecer una tarea básica y mundana, resulta ser la más importante. ¡Sigue nuestros consejos y encuentra el producto de limpieza facial ideal para ti!