Un responso en el Iglesia Católica, programado para las 12.30 horas de hoy domingo, será el inicio de la despedida de Pascuala Tapia Aguila, la trabajadora municipal que falleció este viernes a consecuencia de una enfermedad que reapareció a los pocos meses que partió Rodrigo, su único y adorado hijo.
Pascuala dejó de existir en Valdivia a los 53 años. Se mantuvo internada a pesar que el último ciclo de quimioterapia no dio los resultados esperados. Su permanencia en el Hospital Base obedeció a la necesidad de suministrarle el cuidado paliativo que la liberara del dolor. Y así ocurrió, como lo confirmó a Diario Laguino, Mario Queipul, su amor y compañero.
La mujer que llegó a la municipalidad el 2012, se fue luchando, dando batalla con entereza y dignidad, como fue la tónica en su vida.
Formó parte del equipo de la Biblioteca Pública Gabriela Mistral, una de los servicios municipales mejor valorados por la comunidad y donde Pascuala cumplía un rol clave como monitora de computación.
“No olvidaré jamás su perseverancia, su disciplina, esa preocupación por los detalles”, recuerda Mario.
“Viajamos y cumplimos metas, pero aún había muchas por cumplir”, señala el hombre que - según sus propias palabras - vivió hermosos 8 años de relación con Pascuala.
DOLOR IRREPARABLE
La muerte de Rodrigo, a consecuencia de un homicidio cuyos culpables nunca aparecieron, terminó por minar la resistencia de Pascuala. Su único hijo se fue en octubre del año pasado. Entre junio y julio volvieron a aparecer los síntomas de un cáncer que se suponía extinguido hace años.
“Todo fue muy rápido y se hizo todo lo posible”, rememora su compañero, quien dice que jamás olvidará la generosidad de Pascuala. “Siempre reunía dinero para hacer un buen regalo de navidad a Rodrigo y este diciembre decidió mantener los regalos, pero ahora a niños vulnerables”.
Pequeñitos de una escuela rural recibieron zapatos nuevos en diciembre pasado.
Diario Laguino pierde a una colaboradora, una activa participante del taller de comunicadores ciudadanos que implementó nuestro medio el 2016.
El miércoles 25 pasado Pascuala abandonó el grupo de WhatsApp de los comunicadores laguinos. En silencio, tal vez como parte del inicio del tránsito que la llevaría a reunirse con su amado Rodrigo.
Hoy después de la misa su cuerpo será llevado hasta el Cementerio Municipal.
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